Cuando
salieron los representantes del IES Hogwarts: Paula, Jorge y Eva, a vendernos
su producto oculto, ya me temía yo que no iba a ser el que tuviera más valor
material o el que pudiera venderse tan solo por sus características, como
nuestra brújula "Orientator". Una pinza los domino a todos. A mí no.
Nunca
me ha gustado la teletienda, porque no me gusta la gente que te quiere vender
la moto. El de la teletienda es un formato hecho para vender una necesidad que
no se tiene a todo aquel temerario que se atreva a prestarles algo de atención.
Las pinzas no necesitan venderse, son útiles, son necesarias, son básicas. Son
un héroe oculto, como han llamado a aquellos objetos cotidianos en la
exposición que hay en frente de San Pablo.
https://www.guiadelocio.com/valladolid/arte/valladolid/heroes-ocultos
(hasta el 7 de noviembre, gratis)
(hasta el 7 de noviembre, gratis)
La
educación es igual. Es algo tan básico que es un derecho y todo. ¿Cómo hacer
que la gente valore la educación? Mal vamos si la vendemos como la panacea a
todos los problemas, como la vía para lograr el mejor trabajo o uno
cualquiera. Tenemos que hacerla ver como algo normal, cotidiano, que es
parte de todas nuestras vidas, aunque no le demos siempre la importancia
debida. Que sea una heroína oculta también, siempre presente como base de
nuestras vidas y nuestra sociedad. La educación tiene que dejar de ser tanto
solo un medio y pasar a ser un poco un fin en sí misma.
¿Cómo
hacerla algo habitual? Pues promocionando la participación escolar, no solo de
los alumnos, sus familiares y los profesores, sino de toda la sociedad.
Abriendo las escuelas, los institutos (el RRI de mi ex-instituto dejaba bien
clarito que, si no tenías cuestiones administrativas, no te molestases en ir al
centro). Procurar que los alumnos realicen actividades culturales abiertas a
toda la sociedad, trabajos, exposiciones, debates...que lo que den en clase
salga de ella, lo practiquen. Animarles a participar en actividades solidarias,
para darles una base de civismo. Realizar semanas temáticas en las que
colaboren con alumnos de otros cursos e incluso escuelas, con los padres y
profesores como iguales, con respeto y sin competitividad.
Dejémonos
de promocionar las escuelas y la educación con actividades chulas y llamativas
o nuevos métodos ultra-innovadores, dejémonos de brillantinas y hagamos
actividades verdaderamente profundas, cuyos resultados brillen por sí mismos y
atraigan a aquellos hechizados por la teletienda. Lleguemos a sus corazones y
no a sus carteras.
¡Hola, Diego! Me pasaba por tu blog para comentarte que me parece que tienes un estilo muy divertido a la hora de redactar las entradas, y considero que tiene mucho mérito mezclar el humor con las "tareas" de clase. Me ha gustado especialmente este post, la clase fue bastante graciosa, y la manera en la que lo cuentas es muy real y me ha hecho reír. ¡Sigue escribiendo las entradas así de bien!
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